El tambor delantero una vez pasado por las manos del tornero.
Para no debilitar en exceso el tambor le comenté que únicamente tocara la zona de la banda de frenado y lo mínimo posible para limpiar el óxido y dejar dicha superficie perfectamente alineada con el eje de la rueda.
Vista general del tambor por su parte interior.
Detalle del trabajo efectuado en la zona de fricción de la zapata.
Idem por el otro lado.
Vista del interior del tambor, todavía cubierto por el óxido que habrá que limpiar a fondo.
Continúa...
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