Hace unos días llegó al taller esta guapa Lambretta de un amigo para hacerle una reparación de cierto calado: hay que cambiarle la horquilla delantera ya que, debido a un pequeño incidente, está doblada y es ingobernable.
Os preguntaréis por qué está apoyada en una caja de plástico y no en su caballete; la razón es muy sencilla, no tiene caballete porque normalmente lleva un sidecar acoplado y por lo tanto el caballete es innecesario.
Por tanto, lo primero es conseguir un caballete completo para poder subirla al elevador sin riesgo a que caiga.
Iré subiendo fotos del proceso como es habitual.
Continúa...
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