No me queda otra que llevar varias cosas a la vez para poder ir haciendo espacio en el tallerín y dar cabida a otros asuntos.
Le toca el turno a una vieja amiga del blog y del taller, la Pantera Rosa, una Vespa Primavera 125.
En esta ocasión llega como consecuencia de lo que creo es un pequeño enganchón del pistón, aunque habrá que esperar a levantar la culata y ver que tiene.
En estas dos instantáneas ya en el elevador, preparada para bajarle el motor.
Aquí ya sin motor.
El motor en el suelo, con rueda y escape incluidos.
Idem por el lado del volante magnético.
Continúa...
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